Próximas representaciones para niños en el Palacio de Festivales de Santander


LA BELLA Y LA BESTIA
ACHE TEATRO
“La bella y la bestia”, de Marcelo Díaz (a partir del cuento de Madame de
Beaumont)
Con : Ramón Enríquez, Ana Isabel Roncero, Eleonore Bisson, Paloma Leal Marcelo Díaz, dirección

Duración: 65 minutos
A partir de 6 años y público familiar


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Compañía Aracaladanza
"NUBES"

Bailarines, Carolina Arija , Raquel de la Plaza, Olga Lladó, Pérez Gil, Jimena Trueba Toca, Natalia Camolez, Jorge Brea.

Enrique Cabrera Idea, dirección y coreografía,
Premio al mejor espectáculo Feten 2010
A partir de 4 años

Coproducción de Aracaladanza, Teatro Sadler ́s Wells de Londres, Agencia de Danza inglesa DanceEast, de Ipswich, Mercat de las Flors de Barcelona y el Auditorio de Tenerife.


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El narrador del cuento tiene dos mamás

"Un niño de siete años debería conocer algunos acontecimientos de la historia familiar, de la vida o de la infancia de los padres o de los bisabuelos. Y algo de la propia biografía, para poder contar un par de anécdotas sobre uno mismo cuando era más pequeño...", afirma la pedagoga alemana Donata Elschenbroich en Todo lo que hay que saber a los siete años (Destino, 2010). Y la pregunta es: ¿los pequeños saben hablar de su entorno? No hay un tipo de familia única y las editoriales se hacen eco en sus cuentos de esta realidad. Estas páginas pueden ser protagonizadas por Paloma Li, que nació en China y fue adoptada; Carmen, que tiene dos mamás o Antonio, de padre desconocido. El arco de la temática infantil se abre también a temas espinosos como el alzhéimer, la discapacidad o la muerte. No vale decir "se ha dormido para siempre" porque a edades tempranas uno tiende a quedarse con una interpretación literal.


"Cuando los estudios dicen que la mayoría de los chicos de 13 años piensan que la homosexualidad es una enfermedad, el problema es de los adultos. El niño nace sin prejuicios, son los mayores quienes los transmiten", sostiene Natividad de la Puerta, dueña de A Fortiori, un sello "pequeño, periférico, independiente y suicida". Con su colección En favor de la familia pretende "enseñar que el valor universal es el amor, con independencia del tipo de familia". En sus libros -también editados en euskera- la novia de papá no es una madrastrona o los niños no están sobreprotegidos. "De repente, los padres quieren que sean capaces de tomar sus propias decisiones y ellos no saben. ¿Cómo van a saber? Para eso hay que entrenarse", se queja esta ex directora de un colegio y doctora en Historia Económica.

"En Intermón Oxfam empezamos a editar libros infantiles hace 15 años", cuenta Cristina Concellón, su responsable. "Eran multiculturales, protagonizados por niños de otros ámbitos geográficos y ocurrían allí. Y nos dimos cuenta de que no llegaban a los lectores. Tenían demasiada moralina. Intentábamos meter el mensaje de la tolerancia de forma obvia y el niño lo rechazaba". Por eso hace siete años empezaron a sacar libros interculturales -un escenario cercano al pequeño lector, que en muchas ocasiones comparte pupitre con alumnos inmigrantes- con una trama divertida y en la que su situación personal se lleva con naturalidad, es anecdótica.

De esta moralina quiso huir Lucía Moreno cuando fundó Topka en 2006. No encontraba libros que dibujasen la realidad de su hija "magrebí, con zapatos ortopédicos y dos mamás". Moreno sostiene que en los libros la diversidad suele ser la protagonista, y no el telón de fondo. En su colección de libros sobre Manu -un trasto de tres años- "no se hace hincapié en que él tiene dos mamás, porque eso no es lo que les interesa a los niños, sino si se cae o no de la silla".

"No es verdad que ahora haya más familias singulares. Siempre se adoptó, pero no se decía, los homosexuales adoptábamos como solteros... Lo que sí que hay es una mayor concienciación", prosigue Moreno. Una parte considerable de sus ventas provienen de EE UU, "un país conservador pero con tradición en diversidad por su componente racial". En este momento de crisis no se plantea sacar ningún título -siempre bilingües- a la espera de tiempos mejores. "No quiero traducciones, sino crear el libro desde el principio. Lo que recibo no me gusta: es racista o paternalista..."

Algunas editoriales grandes dedican atención a estos temas, como La Galera, con su colección Llegué de..., protagonizada por niños adoptados en Etiopía, Rusia o Colombia. Los volúmenes concluyen con información del país de origen. O pequeños proyectos como Diario de Abel, de Eduardo Ochoa, en la Fundación Quinta. "No es un tebeo, ni un cómic, ni siquiera una agenda para anticipar o estructurar el tiempo. Se trata de un diario, del diario de un niño con autismo, mi hijo. Tiene ocho años y se llama Abel", escribe Ochoa, que ha llenado el libro de viñetas.

Ana Folgueira, economista, y Laura Sánchez-Ostiz, periodista, dueñas de Syllabus Ediciones, también se las ven y se las desean, como Moreno, para encontrar material. "Desde octubre queremos editar un libro sobre un niño discapacitado y no hay nada apropiado", explica frustrada Folgueira. "El libro nos tiene que enamorar, como Señor mayor -el caso de un abuelo con alzhéimer- un texto poético que casa muy bien con la ilustración. El señor parece salido de una corteza...".

Su proyecto nació en 2009 a lo grande. Consiguieron que un banco comprase 3.000 ejemplares de En algún lugar de China -escrito por Folgueira, madre de dos niñas adoptadas e ilustrado por Emilio Amade- y que unos grandes almacenes lo comercializase sin recibir nada a cambio. Eso les permitió donar 36.000 euros -el 50% de la recaudación- para la operación de niños huérfanos en China. "Esperamos cerrar un acuerdo con un autor de prestigio y, de ser así, intentaremos repetir la iniciativa". Mientras tanto, un euro de sus cuentos solidarios se destina a ayudar.

No todos los sellos han tenido tanta suerte. "Mis libros los compran docentes para trabajar en el aula, facultades de psicología o magisterio, muchas bibliotecas... Pero en las librerías es muy complicado tener visibilidad y el poco dinero que tengo lo gasto en acudir a seminarios", explica la dueña de A Fortiori, que cuelga sus libritos en su web. Se muestra orgullosa: "No creo que reste ventas y la cultura hay que compartirla para seguir creando. En una escuela de Quito se han bajado un cuento y tienen en la web un debate muy divertido".

El ajedrez, eficaz herramienta educativa contra el fracaso escolar

El ajedrez es a día de hoy una eficaz herramienta educativa contra el fracaso escolar por cómo desarrolla la capacidad del alumno para solucionar de forma más rápida y eficaz problemas complejos y el cálculo de sus opciones a corto y largo plazo, según los responsables del Campeonato de España de Ajedrez Escolar por Internet JaqueMate.

En ese sentido, el llamado juego ciencia potencia el desarrollo de las habilidades relacionadas con el hábito de la toma de decisiones, mejor que otras materias curriculares.

El ajedrez es una actividad transversal que desarrolla hábitos positivos y ayuda al aprendizaje de otras asignaturas, potenciando aspectos clave del rendimiento escolar e incidiendo en la emergente formación del carácter de los alumnos.

Entre las áreas cognitivas y emocionales que potencia este juego en los alumnos destacan la concentración, la visualización, la reflexión y reacción, la ponderación de las opciones, el análisis concreto, el pensamiento abstracto, la planificación y la atención en paralelo a múltiples sucesos.

Los mayores de 25 años que quieren entrar en la universidad aumentan un 18%

El número de alumnos de más de 25 años que se han presentado a las Pruebas de Acceso a la Universidad en 2010 ha aumentado en un 18% respecto al año anterior, según datos del último informe del Instituto Nacional de Estadística.

Un total de 31.033 personas se presentaron a las Pruebas de Acceso a la Universidad para mayores de 25 años en el 2010 en los distintos centros universitarios españoles, frente a las 26.138 del año 2009, y superior a las 21.997 de 2008, cifras que confirman la tendencia ascendente de los dos años anteriores.

En cuanto a las nuevas pruebas de acceso a la universidad para mayores de 45 años, se presentaron 5.404 personas en 2010, primer año en el que se implantó la prueba específica sin examen de idioma para este grupo de edad.

Hasta el 2009 todos los alumnos de más de 25 años se presentaban en la prueba única existente, y si se incluyese este grupo en el cómputo general de mayores de 25 años el incremento de solicitudes se situaría en el 39,4% en 2010, con 36.437 alumnos, respecto a 2009.

Para María del Mar Menés, formadora de los cursos de acceso a la Universidad para mayores de 25 del grupo formativo Master.D, la crisis económica ha obligado a muchas personas a estudiar para conseguir un título universitario, para mejorar su currículum y sus posibilidades laborales.