Juguetes por edad, ¿qué regalar?

De 0 a 2 años

Durante su primer año, el juguete preferido del niño es su propio cuerpo. Necesita aprender a dominarlo y a realizar coordinaciones entre los distintos sentidos para desarrollar su inteligencia.
El continuo ejercicio de los movimientos que realiza le producen placer. Los juguetes más adecuados para este momento son aquéllos que tienden a favorecer la coordinación motora, un dominio del espacio y el desarrollo de los sentidos.
Conviene valorar el material de que están hechos los juguetes, para que incorporen distintas texturas, colores (también deben ver blanco y negro), sonidos y luz. Los más convenient
es son los que se puedan chupar, morder, agarrar, aplastar, arrastrar, meter y sacar, y que suenen.
Algunos de los artículos recomendables en este periodo son los sonajeros, mordedores, móviles, juguetes colgantes para la cuna, muñecos sencillos de trapo o madera, juguetes musicales, mantas con distintas actividades, libros de plástico o de tela, y trapecios-gimnasio para bebés.
A partir del año, y en función del momento en que comienzan a andar, los niños necesitan ya juguetes de arrastre, correpasillos (una especie de triciclo sin pedales) y balancines.
Los objetos apilables, los bloques, cubiletes, tentetiesos, muñecos, pelotas, ositos y otros objetos de materiales no tóxicos, lavables y de tacto agradable, resultarán muy favorecedores.



De 2 a 6 años

Éste es el periodo de "la infancia mágica". A medida que los niños se acercan a los 2 años, comienzan a imitar y a tener capacidad de representación simbólica.
Les encanta emular los comportamientos e impresiones que les rodean. La implicación de lo intelectual y lo afectivo es tan grande que no saben dónde están sus límites. Para ellos, el juego es una forma de liberar tensiones. Se transforma en algo simbólico, que también les permitirá realizar sus deseos.
Durante este periodo, sus preferidos son todos aquellos juguetes que les ayudan a desarrollar situaciones imaginarias, representar un papel y fomentar el simbolismo y la fabulación.
A los 2 años son recomendables -tanto para niños como para niñas- los coches, trenes, carretillas y camiones que puedan empujar, cargar y vaciar; las arquitecturas de equilibrio en plástico o madera; los bancos de carpintero; las herramientas de madera o plástico; cubos, palas, rastrillos y moldes para jugar con la arena; muñecas; teléfonos; cunas y cochecitos de muñecas; cacharritos; caballos escoba; la pintura de dedos y la arcilla.
A partir de los tres años, los niños comienzan a relacionarse con sus iguales y a querer asociarse con ellos para sus juegos, aunque continúa siendo mas importante la realización de sus propios deseos. Es el momento en el que aparece, en ocasiones, el compañero imaginario.
Ya pueden utilizar triciclos, patines, carretones y columpios. Tanto el niño como la niña disfrutarán con los juegos domésticos como, por ejemplo, los equipos de limpieza. Les entusiasmarán los zoos, las tiendas, granjas, garajes, herramientas, las muñecas y sus complementos, y las linternas.
Las construcciones con piezas de diversos tamaños y formas son muy adecuados. También comienzan a tener importancia los primeros juegos de mesa, como puzzles, rompecabezas y lotos para identificar y relacionar imágenes.

A partir de esta edad les encanta escuchar una y otra vez cuentos que se aprenden de memoria y con los que elaboran sus conflictos, realizando sus propios deseos en la fantasía.
Está comprobado que la lectura de cuentos de los padres a los niños, desde los dos años, les ayudan a desarrollar el lenguaje y facilitan su mejor adaptación a la escuela.
No obstante, hay que tener cuidado con el mensaje que se transmite. Muchos de los cuentos tradicionales están en total contradicción con los valores que nuestra sociedad defiende, por lo que habrá que buscar nuevas versiones que les proporcionen mensajes que les ayuden a interiorizar la necesidad de la tolerancia, la solidaridad y la igualdad de sexos.
Después de cumplidos los 4 años, los niños están plenamente identificados con el género al que pertenecen. Saben perfectamente si son niño o niña. Y en función de los roles que cumplan sus padres en casa, tenderán a querer jugar a unas cosas o a otras.
Sin embargo, los juegos tradicionalmente vinculados con uno u otro sexo desarrollan cualidades distintas. Los roles (casitas, médicos etc) fomentan la capacidad para ponerse en el papel del prójimo y ser más comprensivo. También ayudan a saber desenvolverse en las tareas domésticas. En cambio, los juegos de construcciones y vehículos fomentan las capacidades espaciales y una mayor iniciativa. ?Por qué privar a niños y niñas de esas cualidades? Existe una amplia gama de juegos para ambos.



De 6 a 12 años

A partir de los seis años, y casi hasta los nueve, es la edad de la fuerza. Necesitan competir con sus iguales para averiguar su propio valor.
Todos los artículos utilizados para el ejercicio físico les ayudarán a liberar su tensión. También son juguetes muy apropiados para esta edad aquéllos que favorezcan la habilidad, la atención y la capacidad creadora, la destreza y la imaginación y, sobre todo, la afirmación individual.
También les divierten los juegos con los demás (con terceras personas) en los que hay que cumplir unas reglas.
De seis a nueve años son casi imprescindibles la bicicleta, los patines, las canicas, los aviones, las construcciones, el yo-yo, los juegos de letras, los telares, las costuras, los títeres y marionetas, las cajas para engarzar collares, los quits para el cuidado de la naturaleza (con casa incluida para pájaros), el croket, los solitarios, los juegos de mesa con preguntas y respuestas sobre distintas materias, los rompecabezas, loterías y todo aquello que se pueda coleccionar.
A partir de los nueve años y hasta los doce son muy importantes los juegos que anticipan situaciones adultas profesionales, como por ejemplo, los de química, electricidad o el microscopio. Resultan también muy positivos aquéllos que fomentan las actividades en equipo, sean deportivas o intelectuales.
Las construcciones, los mecanos a motor, las cometas, la iniciación en el modelismo (realizando aviones, barcos, casitas de muñecas y sus muebles en miniatura) y el coleccionismo de sellos, monedas, mariposas o rocas minerales, o los instrumentos musicales pueden ser el inicio de un "hobby" que dure toda la vida.



Más de 12 años

A esta edad comienza a desaparecer la necesidad de jugar. Es el momento de estimular las aficiones que se hayan ido adquiriendo a lo largo de la niñez o de investigar en distintas actividades que faciliten el ocio.
La principal tarea de esta etapa es la construcción de la propia identidad. Se trata de elaborar un proyecto vital en las distintas esferas de la vida adulta.
Es muy importante colaborar con los adolescentes en la consecución de estos objetivos, porque cuando no disponen de oportunidades positivas para establecer su identidad pueden resolver la tarea identificándose plenamente con ideologías o grupos de referencia negativos o absolutistas.
Todo aquello que fomente sus aficiones (los libros, la música, la ropa y los vídeojuegos) son los mejores regalos que se les puede hacer.
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